Prefiero que no me leas
así sigo victoriosa.
Descubrirías mis letras
y benerarías tu presencia.
Añadirias importancia
a sentimientos de mi esencia.
No tengo ninguna novedad,
lo reconozco
nada más allá de decir
que mi madre me ha comprado tu champú
por una razón que desconozco.
Ahora que me obligaba a olvidar tu olor,
viene a mí sin preguntar
y las cosas como son,
así va a ser más difícil olvidar.
¿Por qué debería hacerlo?
Temo recibir mi primer “no”,
dicen que siempre llega ese momento
y yo por ahora solo he tenido buena suerte
y mil asentimientos.
No conozco la derrota
no sé cual es su sentimiento,
no doy nunca pasos sin pensar
por si luego me arrepiento.
Veía tu coche,
escuchaba tu voz,
cantaba tus canciones
y ahora tengo tu olor.
Voy a tener que aprender a normalizar,
entender que no siempre todo lo que quieres
es lo que llega a pasar.
No es qüestión de madurez
solo me hace falta aceptar
que no solo hay cientos de destinos
sino mil maneras de llegar.
Unos pasan y aceleran,
otros deciden descansar
porque el camino no entiende de espera
cuando no hay nada que vaya mal.
—Lia VersArte
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