Ella sonríe mi oscuridad,
ilumina mi felicidad
y entre diversos defectos,
que le hacen ser persona,
destaca, con fuerza,
esa cualidad.
El pilar de mis problemas,
mi hospital de urgencias,
mi farmacia de guardia…
Ella siempre cuando la necesitas
y yo siempre abierta
a sus remedios y medicamentos.
Y creeréis que es por ser lo que es
y no por ser quién es.
Pero os aseguro
que la buena es la segunda
y siempre pienso,
cuando lxs que me rodean hablan,
“no se si se encuentra en ella,
que es diferente a las demás
o que son todas ellas
las especiales”
y no hay respuesta clara
pero sí evidente diferencia.
Ella brilla
en su propio universo.
Y sin necesitar más astros,
agradece su compañía
e incluso a veces va buscándola
porqué sabe que en mi planeta
su presencia es necesaria
y cuando plega en su trabajo,
la vacante permanece vacía
porqué a mí,
solo me vale ella.
Porqué hablando de su mirada
o su risa,
no hay metáforas con estrellas
porqué en mi mundo,
todo se compara con ella,
referencia
de mi realidad.
Y la quiero [en mi mundo]
y así será siempre,
es condición sine qua non
de haberla conocido,
resultado evidente
tras todo el recorrido.
Y ahora ya, felicidades,
sigue expandiendo tu universo,
dejando espacio suficiente
para la creación de “planetas”,
metáfora de “recuerdos”,
sinónimo de “momentos”.
Y no es tanto pedir,
y no es tan pequeño el sueño.
-Vers[Arte]
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