RUISEÑOR

Mataste al último pájaro de mi cabeza
y con el disparo faltaron ganas de acabar.
Solo era un reflejo egoísta,
tan solo hablaba el miedo
y tú corrías en contra-dirección.
¿Ganaste algo?
Yo no sé si adoptar otro animal menos ingenuo
pero sé que no es cosa tuya.
Descuida,
una vez más.

De los besos ahora hueso y carne rancia,
de los abrazos un poco de calor que ya no abriga,
de las caricias... Un molesto picor en la mejilla,
que no se marcha todavía
y tal vez sea indeleble.
Las palabras contigo en busca y captura.
Pero ya me da igual sin mentirme.

Siento el remordimiento anterior que tendrás mañana,
lo siento con una gran sonrisa.
Aún conservo la inocencia,
sin pájaro ya pero con perspectiva entonces.
Y por eso lo sé,
quiero que te quedes dónde estás
y contigo las palabras.

Pero sí, te escribo.



—Lia Versarte

Comentaris