ELEGÍA CALLADA

Solía creerme invencible,
me veía armada hasta las cejas,
independiente de nivel experta
y ahora me sorprendo...
Era todo predecible...

No me imaginaba pidiendo un abrazo
y aquí estoy,
de rodillas,
suplicando.
Entre sonrisas,
complaciendo
y el modo silencio activado.

Síndrome de cama bacía
en noches de duelo.
Mis rodillas,
hasta el día de hoy,
nunca me habían rozado el pecho.
Pero hoy duele,
y ese es mi consuelo:
estar a oscuras,
sentada,
en el suelo.

-Lia

Comentaris