APRENDÍ

Hoy te he vuelto a pensar
y he recordado mi tontería,
la de creer que tenía algo que hacer contigo,
cuando yo rozaba los catorce
y tú abandonabas los cuarenta y cinco.
He venido a reprocharte tu sonrisa
y aquél trato especial.
No me hiciste ningún bien
y me enseñaste a soñar,
a creer en lo imposible
a esperar ganar sin apostar.

No sé cómo me saqué la ESO
si todos los cursos se empeñaron en llevarme a la perdición,
nunca aprendían que no era buena idea
colocarme en una clase con vistas al profesor.
Su escenario era el patio
allí empezaba toda la acción
y pasaba las horas mirándole
esperando poder jugar yo.

Cuando algo no existe lo creas
y yo me empeñaba en ver señales
reinterpretaba cualquier suceso,
me volví especialista en analizar detalles.
Fuiste mi primera huida,
la noticia causó gran furor
todo el mundo se reía
de mi fetiche con alguien mayor.
Fueron años de sentirme atada a mi mundo,
adicta a refugiarme en mi habitación
creyendo que me esperaba una larga vida
y pocos intentos en el amor.

Nunca fuiste la persona indicada
y yo siempre supe que no eras más que una obsesión,
entraste el primer día y te quedaste
y aún es ahora que vuelves a llamar mi atención.
Siempre estarás ahí,
fuiste mi primera frustración.
Te aviso que ahora voy a rienda suelta
y he cumplido mi misión,
la edad es solo un número
y esto toda una lección.

-Lia Versarte