SE HACE CAMINO AL ANDAR

El otro día mientras dormías
toqué la felicidad con la palma de mi mano.
Mi cara reposaba a tu lado,
estábamos a menos de un palmo,
te notaba respirar
y estabas a gusto, 
sereno, 
aliviado.

Mientras yo solo pensaba en la dificultad de ese hecho,
en lo que me había costado,
en el hecho de que hacía unos meses atrás
no me lo hubiese imaginado
cuando coincidimos en el bar
y nos atrevimos a mirarnos.
Yo no era capaz de actuar en aquél entonces
y ahora reposaba mis labios en tu mejilla,
acariciaba tu barba,
aspiraba,
notaba tu olor
y la satisfacción me invadía,
notaba esa tranquilidad
que te da paz haciéndote sentir viva. 

No quiero imaginarme un final,
camino muy a gusto a tu lado.
Le estoy cogiendo apego al trayecto,
y he tenido tendencia a apostar por lo malo.
Ésta vez es diferente,
mi yo presente ha cambiado,
se disfrutar bien del ahora
y dejarlo todo en sus manos.
Sé que dispondremos de nuestra compañía
hasta no querer seguir caminando.
¿Quién sabe ahora el por qué?
no se conoce ni el cómo, ni el dónde ni el cuándo
lo importante es disfrutar las vistas del momento
y sorprenderte con lo que vas encontrando,
saber que cuando mas encuentras
es cuándo menos estabas buscando.
Porque la vida lleva un ritmo propio
es un ser muy solitario
que actua sin órdenes impuestas
y dispone de todo nuestro escenario,
conduce nuestra acción
y nosotros decidimos como superarlo:
habrá trozos más complicados
y otros que pasaremos descalzos,
ganaremos tesoros increíbles
por habernos atrevido a intentarlo.


El destino no sonríe al cobarde
elige siempre al más loco,
el que sabe que quiere vivir
por mucho que disponga de poco.

—Lia VersArte