QUERIDO DIARIO

Ella nos miraba y se reía. 
Nosotros hacíamos lo mismo.
Yo a veces me aislaba y la veía 
en su mundo concentrada
y me sabía mal mi posición 
yo flirteando y ella agobiada.
Creo que no le llevé la mejor compañía,
es especialista en el arte del incordio,
es su hobby del día a día 
en poco tiempo ha subido al podio.
En el fondo le quiere asumiendo que es insoportable,
le pasa como a mí 
empieza con una sonrisa 
y al final llega el desmadre.
Y yo que tanto le buscaba 
no sé cuántas veces esquive su tacto, 
escogí el rol de tontería 
y en él me quedé todo el rato.
Le buscaba las cosquillas,
le apartaba jugando,
me reía cual niña 
y le seguía evitando.
Si alguien me dice el por qué,
lo agradecería.
Y el plan de la noche no lo supe descubrir  por mi misma,
me rescató ella como siempre
con una salida directa y precisa:
"Sé dónde vives"
y le dijimos que no
"Pues esta noche al llegar
me enviará ubicación."
Entonces supe que volvía a suceder,
porqué él no lo negó 
y tras un rato de silencio
me puso ver Bola de Drac de condición.

Volvíamos a compartir noche
y ésta prometía más risas que deseo
y al final me desaté
aunque aún no me lo creo.
Supongo que llevaba un chute de energía 
de la mezcla del café, los nachos picantes
y la cerveza fría.
Recuerdo tener muchísima calor
y él sugerir quedarme en ropa interior
el problema era que aún estábamos en el bar
y no podía ser.
Luego en su coche la misma historia,
él propuso la misma solución 
y mi alternativa reside ahora en mi memoria:
Sonaba Extremo y yo enloquecía,
bajé la ventana
y canté sin saber qué decía. 
Su mirada y su sonrisa 
fue un claro
"Está loca, y me encanta."
y yo seguía cantando
ignorando mi garganta, 
que tras una larga noche
me pedía paz y calma.

Después al llegar
empezó todo de pie,
primero algodón 
y lo siguiente la piel.
Yo tenía las manos heladas
y parecía no importarle,
la luz aun no estaba apagada
pero ya avecinaba desmadre.
La apagó,
3...2...1.. acción 
"tienes sitio en el sofá"
y yo no me moví 
entonces me levantó en brazos
y comenzó a hacerme feliz.
Fue todo trabajo manual
y ésta vez lo conseguí 
después vino el descanso
y me puso Bola de Drac.
Después vino su cama
y nuestras épicas batallas,
de cosquillas, golpes, mordiscos y patadas.
Así hasta dormirnos 
sin caricias, ni roces ni nada.
Me gusta,
cada vez me noto menos forzada
me veo
cada día menos atontada.
Era cuestión de tiempo,
se me iba a pasar.
Tampoco me arrepiento 
pero idealizar no me suele gustar.

Esta vez me noto poco dependiente 
y esperaré con dilación 
que un día cualquiera 
le vengan las ganas de verme.
Porque yo no me voy a mover,
no soy ese tipo de gente,
ahora ya me importa menos 
y he aprendido a ser paciente.

-Lía VersArte

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