DEUDA

Hace un año de la primera vez,
aquella que prometía ser inolvidable.
Y es cierto, la recuerdo
pero no por ser agradable.
Fue otra vez en mi cárcel sin rejas,
con cadenas a kilómetros
y su voz en mi cabeza:
"tú haz lo que quieras pero cuidado con ella".
Ojalá no hubieses tenido respeto,
hubiese sido la excusa perfecta
que se te hubiese escapado a ti el beso.
Prometo no haberme apartado,
nos hubieses hecho un favor
a mí y a aquella que tenía un concepto erróneo de "amor".

Nos recuerdo paseando por tu ciudad,
no olvido esa risa
ni mis ganas de llorar.
Todo mutuo, a la vez e imposible,
una fijación eterna, constante e intangible.
A veces todo y otras nada
pero avanzan los días
y la tregua no acaba,
nuestra cita no llega
y la historia se alarga.

Pasamos procesos de hibernación
porque siempre hay que dejar respirar a la acción.
Algún día nos veremos
y yo daré lo mejor
llevo demasiados versos
sin ninguna resolución.
Tendría que haberme equivocado contigo
pero decidí hacer lo peor:
engañar a mi subconsciente
con la presunta inocencia de no pasar a la acción.
¿Es más fiel desear sin realizar?
Ahora sé que no,
una vez lo piensas,
de nada te aguarda reprimir
te pueden coartar los movimientos
pero nunca te quitarán sentir.

Pensé besarte y me quedé en el pensar.
Ha pasado ya un año
y lo iré yo a buscar.


—Lia VersArte