Vers[Arte]
18 de enero del 2018

Hola, Lia:

Antes que nada, Buenos días

Me he tomado un café porque estaba feliz. Mi mala cara era únicamente sueño. Cada sorbo alargaba más mis labios separando progresivamente la distancia entre comisuras (la gente suele llamarle sonrisa a este fenómeno). Era así hasta pensar en el motivo, hasta encontrar la fuente de mi felicidad: yo complementada en equilibrio.
Hoy no tenía pensado sonreír… Si me hubiese quedado en mi cama seguro que no hubiese ocurrido. Abriendo los ojos desde mi cama gracias a la estridente voz de mi despertador, todo es muy distinto. Todo muy rutinario y metódico: persianas arriba y descubro el día insinuando sorpresa. “No, lluvia, como siempre en mi calle.”  Y en vez de eso he despertado en paradero ajeno y ya familiar. Estaba desorientada y al preguntar mi razón de estar ahí alguien me explicó que había ido en busca de medicina.
Ya me conozco los rincones de mi nueva localización y no me gusta acostumbrarme a lo bueno. Aún me gusta menos si creo en la posibilidad de estar reinventando una situación…
¿Cómo sabes lo que esconde el hombre invisible? ¿Cómo escuchas lo que calla el que no esconde? Puede que entonces no haya nada oculto y que tal vez sea yo la que tenga complejo de escritora en busca de su Best Seller o de periodista tras la noticia que pare el mundo y esté intentando sacar petróleo en Etiopía.
Piénsatelo,





Lia

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