¿Quién nos creería?
Absolutamente nadie
y ya nos está bien.
Nos gusta sentirnos fugitivos,
pensamos en dejarnos caer
siempre obviando el impacto,
llegar al borde del precipicio
y apretar a correr.
Las alas surgen cuando las necesitas,
el hierro se funde con miel
y solo arrastra lo que ya cuelga,
aquello que ya no pertenece a tu ser.
Los ángeles también atacan
todo depende del parecer.
Los demonios también abrazan
y no siempre lo hacen sin querer.
Ya no hay suficiente piel de lobo,
sobran todas las ovejas,
el bien y el mal van de la mano,
todo lo extremo se mezcla.
Qué no te compre con promesas
qué te de a elegir caminos,
qué te regale un reloj y una libreta abierta,
somos solo lo que vivimos.
La libertad no se espera,
se busca.
Duda de todo lo que no te convenza,
desvincúlate, descubre y disfruta.
—Vers[Arte]
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