MI HOLLYWOOD ES BARCELONA



Necesito un invierno
cubriendo mis brazos con mangas de lana.
Es en esta época del año cuando mi alma Corleone
destroza sus fantasmas
y mi mente Coppola compone.
Dispongo de una facilidad abrumadora de comparación y transporte:
mi vida con una escena,
de una cafetería a la gran pantalla
y sin pagar importe.
Resulto viajera sin pasaporte
y una lágrima me cae mejilla abajo:
te digo que mi mente no borrará tal secuencia
escenario casual,
lluvia en los cristales,
guion inmejorable,
besos dignos de los mejores finales,
dos protagonistas y una esencia.


No quiero quemarme con corazones helados.
Los abrigos para los que comienzan,
nosotros somos veteranos.
Necesito acabar la jornada un jodido lunes
y notar:
 el frío en mi nariz,
el hielo en mis manos,
la certeza de que si nos pegamos somos inmunes.
En verano no te quería, 
te deseaba.
Con calor, 
no se puede dormir en una cama,
yo la imaginaba más bien destrozada.
Pero venía un otoño de birras,
lejos quedaban ya los chupitos de absenta,
tocaba la vida racional,
poco calmada,
bastante lenta.


Te daré un beso de café con leche sin azúcar,
Veré tu pupila dilatada
y las alegrías vendrán de par en par:
no habrá beso sin abrazar.
Al fin y al cabo puedes ir al mar y no nadar,
y hundirse no conlleva naufragar,
un barco a la deriva
no siempre tiene que tener connotación negativa.
Piénsalo bien:
Sudores, gemidos, saliva.
Combinación explosiva.


Tal vez,
si encerramos con llave el pasado,
nos adoctrinamos en conciencia,
rebobinamos hacia adelante,
nos inyectamos una sobredosis de paciencia,
jugamos a vivir cada instante
lleguemos a hacer al mundo sonreír.
Le salvaremos de ver a dos estrellas morir.



—Vers[Arte]

Comentaris