EL AMOR ES POLISÉMICO



Hay amores de rutina,
extraordinariamente invariables,
posibles,
alcanzables,
facturables.

Amores de beso nocturno,
de peleas por el mando,
de turnos para bajar el perro,
de pequeños enfados.
Amores de sexo los sábados por la noche,
de viajes y pisos compartidos,
de planes infinitos,
de salir a explorar con el coche.
Amores de ciudades en común.

Yo los he conocido
y se me han marchitado en la punta de mis dedos,
quedándose secos.
Otras veces se me han ahogado entre lágrimas
y nunca supe de primeros auxilios,
en mí habita el héroe de la destrucción de rutinas,
soy un caos que desmonta todas las camas compartidas.

Y amor positivo conozco uno,
aquél que vuela a mi mente en nombrar el sujeto,
aquél que imagino abrazándome en un espejo.
Y éste que aún me acompaña
es justo el que más me duele,
es el amor de la distancia,
del primer beso inexistente,
del recuerdo de su figura al sol,
el de la espera del destino,
el de la localización en Madrid.
Y para la sorpresa de quién lea,
así he aprendido a ser feliz.

No tengo ya nada que destruir.


-Vers[Arte]

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