DESCOMPOSICIÓN II

Mi mar de dudas
necesita salvavidas,
y tú,
que pretendes estar para lo que sea
alimentas sus olas
y apartas tu mano.
Estoy sola
y pretendo salvarlo.

Me explica
que nunca olvida recordarte,
que el verano te inventa a cada instante;
y por eso necesitaba versarte.

Me grita
que con tanta humedad
no entiende de lágrimas,
por irónico que parezca.
Que con tanto ajetreo
no conoce las reglas
y sin saber,
te piensa.

Mi mar de dudas
siempre ha sido culpa tuya,
que apareces siempre cuando más nieva,
sin dar calor alguno,
fría y lejana
y él en tu ausencia se congela.
Pingüino busca el calor del desierto
teniendo cerca un buen iglú.
Así él
si no estás tu.

Mi mar de dudas
te escribe en lápiz
y te borra con el tiempo
para escribirte de nuevo.
Así se quiere ocupar
de decidir cuando disfruta de tu existencia.
Pero a veces,
apreta demasiado contra el folio
y tu nombre ahí escrito, resta
y cuando lo reutiliza,
como lista de la compra,
te recuerda
y te piensa.

Mi mar de dudas
te busca para decirte que huyas.
Es peligroso andar a tientas
entre mil mentiras
y algunas cosas ciertas.
Y en su mundo de caos
lo más posible es que te pierdas.
Se serenará borrando sus olas,
tú prepara el bikini mientras.
Te podrás bañar
cuando se le arreglen las grietas.

—Vers[Arte]

Comentaris