Dicen que es inútil enfadarse
y yo le encuentro una utilidad:
estado desesperantemente aplastante
que aparece al despertarme,
al enterarme
de que soy incapaz de dejar de hablarte,
que te alejaste hace un segundo
y yo ya quiero besarte.
De eso.
De eso sirve enfadarse.
Y no es sentencia mía,
lxs que queréis de verdad a alguien
ya habréis vivido esta parte.
Y si os ha ofendido algo,
sé que sabréis perdonarme.
Porqué la verdad de la realidad
golpea siempre
al despertarse.
—Vers[Arte]
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